El momento actual es propicio para una reflexión en profundidad sobre el Sistema de Formación Profesional para el Empleo (FPE), pues la percepción de la sociedad sobre las posibilidades de la FP está creciendo, pero es preciso que esta reflexión sobre el Sistema conduzca a una transformación del mismo, que se refleje en la acción -en la concreción- puesta en marcha y evaluación de las principales ideas propuestas.
También en estos momentos, la tecnología permite nuevas formas de orientar, acreditar, enseñar y aprender (plataformas online, metodologías innovadoras,…), que pueden facilitar una oferta de todos estos procesos, para toda la ciudadanía, sea de la región que sea, abierta, modular, permanente, inclusiva y de excelencia.
La falta de acción desde hace años nos ha llevado a la ridícula situación que caracteriza nuestro país: aun disponiendo de un buen marco conceptual definitorio y regulatorio (Ley de las Cualificaciones y de la FP) desde 2002, a día de hoy no se ha completado su desarrollo, únicamente porque las administraciones no han considerado este tema estratégico para el desarrollo de las personas y, por tanto, de las empresas de nuestro país. No han calado en sus actuaciones, de forma significativa y suficiente, las recomendaciones de las instituciones europeas (consenso europeo sobre la FP como herramienta clave para impulsar una Europa del conocimiento, sostenible, integrada, competitiva e inteligente) ni de otras de ámbito internacional, y aun habiendo mejorado, nos situamos con unos de los peores datos de la UE en cuanto a desempleo, especialmente juvenil; así como una baja participación en formación permanente por parte de la población adulta (OCDE, 2017); una de las tasas más bajas de matriculación en Educación y FP entre los países de la OCDE (MEFP, 2018) y con el desaprovechamiento de un tercio del talento español según los estudios sobre el desarrollo del capital humano (WEF, 2017).
Para empezar a actuar no hay que inventar nada nuevo, ni seguir debatiendo eternamente cuestiones en las que todos los agentes están de acuerdo y la ciudadanía sigue esperando, ni regular cuestiones muy concretas (como la duración de las acciones formativas) que no hacen sino encorsetar aún más lo que está desarrollado, dificultando su ejecución; hay que ponerse manos a la obra con lo ya regulado, exigir a la Administración, en todos sus ámbitos, su cumplimiento y que lo faciliten al resto de agentes económicos y sociales y evaluar lo puesto en marcha para mejorar. ¿Para qué cambiar un sistema que no hemos desarrollado en su totalidad ni evaluado?, ¿no sería más eficiente cumplimentar lo pendiente, ponerlo en marcha y evaluarlo? En esta dirección van las aportaciones recogidas en este documento.
PREMISAS
- El aprendizaje a lo largo de la vida es el paradigma educativo-formativo en el que nos situamos, que debe dar la oportunidad a cualquier persona, en cualquier momento de su vida, a adquirir nuevos conocimientos, habilidades y competencias, que le ayuden a afrontar las transiciones que habrá que pasar en su trayectoria profesional-laboral y a acceder a una mejor calidad de vida y un mayor desarrollo personal.
- El Sistema de Cualificaciones y FP debe enmarcar todas las actuaciones en este ámbito, situando como punto central la cualificación de las personas, y ordenar las distintas y variadas herramientas (orientación, acreditación, observatorios,…), los diferentes sistemas (FPE y FP Inicial) y las distintas administraciones que regulan y gestionan, en torno a la misma.
- Esta ordenación ha de estar conectada y alineada con los campos estratégicos y de actuación europeos de la Educación (Estrategia de Educación 2020), del Empleo (Estrategia Europea de Empleo, Agenda Europea deCompetencias,…) y de la Competitividad e Innovación (Estrategias de Especialización Inteligente e Innovación Regional, Industria 4.0,…).
ACTUACIONES
Para conseguir resultados alineados con estas premisas, es necesario potenciar una serie de actuaciones, entre otras:
1. Difundir las políticas de Educación y Formación que propone la UE, mediante publicaciones, anuncios, cursos masivos gratuitos online,…, así como los fines, los objetivos y las herramientas del Sistema Nacional de las Cualificaciones y del Sistema Integrado de FP y sus sub-sistemas (FPI-FPE e interacciones, equivalencias entre ambos), para aumentar la cultura del aprendizaje permanente.
2. Establecer acuerdos de colaboración público-privado para la difusión masiva y profesional de las oportunidades del aprendizaje permanente y de la FP con objetivos específicos para cada público objetivo (trabajadores en situación de desempleo, trabajadores ocupados, empresas, familias, alumnado, profesorado, profesionales de la orientación, representantes de trabajadores y de empresas,…) y asegurar que dicha oferta llega a todas las personas que la requieren.
3. Avanzar hacia centros públicos de FP integrados y multifuncionales: proveedores de cualificaciones, innovación y transferencia tecnológica a micro y pequeñas empresas e integrados en las políticas regionales de innovación que realicen también una función catalizadora de agrupaciones de conocimiento e investigación entre centros de Referencia Sectorial y otros centros de innovación e investigación locales y regionales.
4. Apoyar la conversión de centros privados en integrados y multifuncionales, facilitando la transformación en centros para la innovación y el aprendizaje permanente, para llegar a cubrir toda la demanda existente.
5. Potenciar agrupaciones de conocimiento sectoriales de centros de FP especializados, empresas y otros de innovación e investigación en todos los ámbitos: estatal, regional y local y premiar experiencias de emprendimiento compartidas entre centros de FP y pequeñas empresas en modelos de negocio alineados con
la Agenda 2030.
6. Fomentar procesos de información y orientación profesional ligados a estas agrupaciones de conocimiento, e integrados en un Sistema Integral de Orientación Profesional para la Cualificación y el Empleo, para dar servicio a las personas y a las empresas, al profesorado y a los profesionales de la orientación, con atención a la perspectiva de género y a la justicia social.
7. Investigar las motivaciones personales, expectativas y dificultades de los trabajadores y trabajadoras en activo, jóvenes y adultos, que impiden o dificultan su participación en FP y tomar las medidas que resulten para solucionarlas.
8. Establecer un sistema estatal, permanente y fácilmente accesible para todas las personas interesadas en la acreditación de sus competencias profesionales, no ligado a convocatorias puntuales y autonómicas y atender, de forma inmediata, las necesidades de formación para la adquisición de las competencias que faltan para dicha acreditación.
9. Poner en marcha de forma inmediata la cuenta de formación del trabajador o trabajadora, donde se establezcan las competencias adquiridas a través de los cursos recibidos (con su caracterización) o del reconocimiento de la experiencia laboral, con el fin de facilitar el control de la formación realizada a lo largo de su carrera profesional y garantizar la eficiencia de la gestión de los recursos públicos destinados a la financiación de los planes de formación.
10. Atender mediante programas específicos o planes de choque la adquisición de competencias básicas transversales de toda la población que lo precise, en cursos presenciales y online para facilitar el acceso universal y permanente.
11. Considerar todas las propuestas para consolidar un sistema de formación para el empleo de calidad, eficiente, competitivo y profesionalizado, que se propusieron en el informe elaborado en diciembre de 2017 por Valeriano Muñoz, con la colaboración de las organizaciones profesionales del sector de las empresas prestadoras de servicios de Formación para el Empleo (AEGEF, ANCED y CECAP).
Todas las actuaciones implementadas deberán evaluarse, considerando la opinión de todos los agentes implicados en la oferta y las personas que han recibido y participado en los servicios y se propondrán las medidas oportunas para su ajuste y mejora año a año, haciendo accesibles y transparentes para todos los resultados y las propuestas de mejora.